10 feb 2011

Aceptando tu función!!



Usted fue puesto en la tierra para hacer una contribución.
No fue creado sólo para consumir recursos – sólo para comer, respirar y ocupar espacio. Dios lo diseñó para que hiciera una diferencia con su vida. Aunque muchos de los libros que son éxitos de librería ofrecen consejos acerca de cómo "sacarle" el máximo provecho a la vida, esa no es la razón por la que Dios lo hizo a usted. Usted fue creado para añadirle a la vida de la tierra, no sólo para tomar de ella. Dios quiere que dé de lo que ha recibido. Este es uno de los propósitos de Dios para su vida y es llamado su "ministerio" o servicio. La Biblia nos da los detalles.
Fue creado para servir a Dios. La Biblia dice, "[Dios] nos ha creado para una vida de buenas obras, que Él ya ha preparado para que nosotros las hagamos." Estas "buenas obras" son su servicio. Cuando sea que sirve a otros en cualquier manera, en realidad está sirviendo a Dios y está cumpliendo uno de sus propósitos. . Lo que Dios le dijo a Jeremías es también verdad de usted: "Antes de hacerte en el vientre de tu madre, te escogí. Antes que nacieras, te escogí para un trabajo especial." Fue puesto en este planeta para cumplir una función especial.
Fue salvado para servir a Dios. La Biblia dice, "Es él quien nos salvó y nos escogió para su obra santa, no por que nos lo merecíamos sino porque ese era su plan." Dios lo redimió para que pudiera hacer Su "obra santa". Uno no recibe salvación mediante el servicio, sino que uno recibe salvación para servir. En el reino de Dios, usted tiene un lugar, un propósito, un papel y una función que realizar. Esto le da a su vida un gran significado y valor.
Le costó a Jesús su vida para comprar su salvación. La Biblia nos recuerda, "Dios pagó un gran precio por ustedes. Por lo tanto, usen su cuerpo para honrar a Dios." No servimos a Dios porque sentimos culpabilidad o porque sentimos miedo y mucho menos porque nos sentimos obligados, sino porque sentimos gozo y una profunda gratitud por lo que ha hecho por nosotros. Le debemos nuestras vidas. Por medio de la salvación nuestro pasado ha sido perdonado, nuestro presente tiene sentido y nuestro futuro está asegurado. A luz de estos beneficios increíbles, Pablo concluyó, "Debido a la gran misericordia de Dios... ofrézcanse ustedes mismos como sacrificios vivos a Dios, dedicados a su servicio."
El apóstol Juan enseñó que nuestro servicio amoroso demuestra que hemos recibido realmente la salvación. El dijo, "Nuestro amor por otros prueba que hemos pasado de la vida a la muerte." Si no tengo amor por otros, ni deseo de servir a otros y sólo me interesan mis propias necesidades, debería de tener dudas si Cristo está realmente en mi vida. Un corazón que ha experimentado salvación es uno que quiere servir.
Otro término para servir a Dios que es malentendido por la gente es la palabra ministerio. La mayoría de la gente, cuando oye la palabra "ministerio" piensa en pastores, sacerdotes y el clérigo profesional, pero Dios dice que cada miembro de su familia es un ministro. En la Biblia las palabras siervo y ministro son sinónimas, así como servicio y ministerio. Si es cristiano, es un ministro y cuando está sirviendo, está ministrando.

Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Efesios 2:10

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