David, el hombre conforme al corazón de Dios, dijo: «Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida» (Salmo 27.4).
¿Cuál es la casa de Dios que buscaba David? ¿Está David describiendo una estructura física? ¿Sueña él con un edificio de cuatro paredes y una puerta por la cual pueda entrar pero nunca salir? No. Nuestro Dios «no habita en templos hechos por manos humanas» (Hechos 17.24). Cuando David dice «en la casa de Jehová moraré por largos días» (Salmo 23.6), no está diciendo que quiere alejarse de la gente. Está diciendo que anhela estar en la presencia de Dios, dondequiera que esté.
He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Mateo 28:20
0 comentarios:
Publicar un comentario