“Si no hubiese sufrido”
La poesía “Si no hubiese sufrido” fue escrita por el famoso poeta Genzo Mizuno, que nació en Japón en 1937. Estando en cuarto grado de primaria, a los 9 años de edad, padeció disentería, que le produjo meningitis, causándole pérdida total de la capacidad de expresión. Quedó totalmente paralizado e imposibilitado de hablar. Cuando el médico le entregó él terrible diagnóstico de que nunca más podría moverse ni hablar, él solamente cerró sus ojos en silencio. Su madre decidió ayudarle a que, al menos, pudiera comunicarse. Juntos crearon un medio de comunicación usando el parpadeo de los ojos de Genzo, representando cincuenta sonidos del idioma japonés.
A los doce años empezó a leer la Biblia, y al año siguiente recibió a Jesús como su Señor. Su madre leía el parpadeo de sus ojos, y escribía sus poemas llenos de humilde gratitud y gozo en medio de sus luchas y victorias en un cuerpo paralizado. En medio del dolor, Mizuno editó poesías como “Mi gracia te es suficiente” y “La gracia de Dios me hace ser yo mismo”. Genzo Mizuno partió a encontrarse con su Señor en 1984, a los 47 años de edad.
Las personas suelen pensar que sólo los fuertes y ricos logran hacer cosas grandes. Pero los protagonistas del reino de Dios son los débiles y los que no tienen fuerzas. El Señor es la fortaleza de los débiles, y levanta a los fracasados y necesitados, a los temerosos y desanimados. Nos ayuda a ser soldados valientes por la providencia y el poder de Dios para cargar la cruz. Recordemos que cuando estamos débiles, el Señor será nuestra fortaleza.
Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
En Él confió mi corazón, y fui ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón,
Y con mi cántico le alabaré.
Salmos 28:7
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