Hoy en día, se habla mucho de la ‘realidad virtual’. Se trata de un mundo artificial, en el que las cosas ficticias ocurren como si fueran verdaderas por medio de la computadora. Las realidades virtuales se ven también en la televisión, en las películas y en los video-juegos. Pero, todo esto es producto de la imaginación, que dista de la realidad. Cuando llenamos la mente con todas estas cosas imaginarias, es mucho más difícil recibir la palabra de Dios. Las personas a las que le cuesta muchísimo entender o retener pasajes bíblicos, dicen que le cuesta concentrarse y todo les causa confusión. Para poder recibir la palabra, tenemos que tomar las cosas con sencillez. Si la mente está llena de productos imaginarios, no se puede oír, ni mucho menos vivir, conforme a la palabra de Dios, pues se confía más en los sentimientos y emociones, antes que en la Biblia.
Cuando el pueblo de Judá dejo de amar la ley de Jesús y comenzó a envidiar e imitar la vida del mundo, Dios dijo que quemaría Jerusalén como castigo. Nunca envidie a los que alcanzan algún éxito en el mundo. Siéntase agradecido y gozoso con lo que tiene. Y entonces, Dios le ayudará a dar pasos firmes y avanzar. Cuando agradecemos por el paso que hemos dado, Dios nos guía a dar un paso más. Y cuando miremos atrás, nuestros ojos serán testigos de cuán grande e increíble ha sido la obra fiel de Dios en nuestras vidas.
Todo camino del hombre es recto en su propia opinión;
Pero Jesús pesa los corazones.
Proverbios 21:2
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