Dios se merece lo mejor de usted.
El lo moldeó para un propósito, y la expectación de El es que le saque lo máximo a lo que le ha dado. El no quiere que se preocupe por las habilidades que no tiene o que las codicie. Más bien El quiere que se concentre en los talentos que le ha dado para que los use.
Cuando atenta servir a Dios en maneras que no ha sido moldeado para servir, es como tratar de meter a fuerzas un peldaño cuadrado en un hoyo redondo. Es frustrante y produce resultados limitados. También desperdicia su tiempo, su talento y su energía. El mejor uso de su vida es servir a Dios con su molde. Para hacer esto tiene que descubrir su molde, aprender a aceptarlo y disfrutarlo, y luego desarrollarlo a su máximo potencial.
La Biblia dice, "No actúen sin pensar, sino que traten de encontrar y hacer lo que sea que el Señor quiere que hagan." No deje que pase otro día. Empiece a averiguar y a clarificar lo que Dios se ha propuesto que usted sea y haga.
Empiece con una evaluación de sus habilidades. Hágase una evaluación profunda y sincera para ver a qué es bueno y a qué no. Pablo aconsejó, "Traten de tener una sana evaluación de sus capacidades." Haga una lista. Pídale a otras personas que le den su sincera opinión. Dígales que está buscando la verdad, no que está tratando de que lo alaben. Los dones espirituales y las habilidades naturales siempre son confirmados por otros. Si piensa que ha sido dotado para ser un maestro o un cantante y nadie lo piensa así, ¿adivine qué? Si quiere saber si tiene el don de liderazgo, ¡mire detrás de usted! Si nadie lo está siguiendo, usted no es un líder.
Hágase preguntas como éstas: ¿Dónde he visto fruto en mi vida que otros han confirmado? ¿Dónde es que ya he tenido éxito? La mejor manera de descubrir sus dones espirituales y sus habilidades es experimentar en diferentes áreas de servicio.
Muchos libros tienen el proceso de descubrimiento al revés. Dicen, "Descubra sus dones espirituales y entonces sabrá qué ministerio está supuesto a hacer." En realidad, funciona exactamente al revés. Simplemente empiece a servir, experimentando con diferentes ministerios y entonces descubrirá sus dones. Hasta que no esté realmente envuelto en servir, no va a saber a qué es bueno.
Usted tiene decenas de habilidades y dones ocultos que no sabe que tiene porque nunca ha intentado usarlos. Por tanto lo animo a que trate de hacer cosas que nunca ha hecho. No importa su edad, lo insto a que nunca deje de experimentar. He conocido a muchas personas que descubrieron sus talentos ocultos en sus setentas y en sus ochentas. Conozco a una mujer en sus noventas que corre y gana carreras de 10,000 metros y no descubrió que le gustaba correr ¡hasta que tenía setenta y ocho!
No espere empezar su servicio voluntario en algún lado hasta que descubra sus dones. Simplemente empiece a servir. Descubrirá sus dones al envolverse en el ministerio. Pruebe enseñar o dirigir u organizar o tocar un instrumento o trabajar con jóvenes. Nunca sabrá a qué es bueno hasta que lo pruebe. Cuando no le resulte, llámelo "un experimento", no un fracaso. Eventualmente se dará cuenta a qué es bueno.
Mas a Jesús vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas;
y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
Éxodo 23:25
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